Descripción
El hibisco es un arbusto floral de la familia de las malváceas que crece de forma natural por las regiones tropicales y subtropicales del planeta, siendo muy abundante en lugares como Sudamérica, Hawái, África, etc., aunque podemos verla en cualquier parte del mundo. De hecho, es muy conocido en España al haberse adaptado muy bien a su climatología.
En algunos países consideran las flores de hibisco como parte de su alimentación, en otras regiones se aprovechan las semillas para hacer aceites, tanto alimentarios como con usos medicinales, y hasta los extractos de flor de hibisco son utilizados en la industria farmacéutica y alimentaria. Por ejemplo, en el Caribe se usa como verdura y para elaborar mermelada o infusiones, mientras que en Latinoamérica el hibisco es conocido su uso por el agua de Jamaica, donde utilizan los cálices. En Egipto y Sudán se utilizan los pétalos para elaborar la infusión conocida como karkadé, de la que os daremos la receta más adelante.
Su sabor ácido punzante y color púrpura intenso tienen mucho interés culinario y permiten que sus usos en cocina sean infinitos. Se consumen crudas, cocinadas, encurtidas o en almíbar. Su acidez viene muy bien a algunas salsas como sustituyente del limón o el vinagre, mientras que su coloración rojiza característica permite su empleo como colorante natural para dar color a las recetas. El hibisco también es perfecto como acompañamiento de quesos e incluso para estofar carnes, como si se tratase de frutos rojos, en tostas, etc.
En la repostería no tiene límite, pudiendo utilizar las flores picadas dentro de la masa de bizcochos, cremas, mousses, yogures, con queso fresco, en macedonias, en gelatinas, perfumando e iluminando mermeladas, etc.
Aunque de la flor de hibisco se utilizan desde las semillas hasta las raíces, actualmente las formas de consumo más extendidas son tomar la flor deshidratada y/o tomar la flor seca en forma de infusión, muy apreciada y extendida por su rico sabor a frutos rojos y sus grandes beneficios para la salud.
Igualmente, a la vanguardia de las tendencias culinarias, la flor de hibisco deshidratada lleva ya tiempo conquistando a los bartenders a la hora de crear sus cócteles, ya que su intenso aroma floral y tintura rosácea se pronuncia al infusionar la especia en la base alcohólica. Combina con cualquier ginebra, e incluso vodka y ron blanco.
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