Descripción
La canela se obtiene de la corteza del canelo, un árbol tropical perenne perteneciente a la familia de las lauráceas. De este árbol se extrae la canela, pelando y frotando las ramas más pequeñas, y una vez desprendida la corteza interna, es nuevamente separada y vuelta a pelar. Las cortezas se enrollan unas dentro de otras hasta formar barras de 1 m de largo aproximadamente que se dejan fermentar durante 24 horas. Tras eso, se separa la capa exterior más rugosa de la interna, que se enrolla formando los «palos de canela», y se dejan secar para que adquiran su color característico.